Este es el sol y este es el cielo que en la bandera nos hermanan.
Su luz nos junta en el recuerdo y al mismo tiempo nos congrega en la esperanza.
Si alguna vez nos dividimos quiera el Señor que levantemos la mirada y contemplemos en el cielo celeste y blanco, la bandera de la Patria.
En su virtud encontramos aquella fuerza que una vez nos hizo falta y volveremos a estar juntos, como los hijos bajo techo de la casa.
Esta bandera, es la bandera que nos congrega en un solar y en una historia.
Esta es el alma de la Patria: su voluntad, su entendimiento y su memoria.
Si algo valemos es por ella, que nos agranda con su fuerza generosa.
Su luz de cielo nos alumbra, su sombra de árbol nos ampara y nos convoca.
Mientras vivamos en la tierra, seamos dignos de su luz y de su sombra.
Francisco Luis Bernardez
martes, 22 de septiembre de 2009
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