Por los muchos favores que la Virgen de las Mercedes dispensó a los tucumanos,
el Cabildo en 1687 la nombró Patrona y Abogada de la ciudad.
A ella le acreditan la victoria argentina en la batalla de Tucumán del
24 de septiembre de 1812. En ella se decidió la suerte de las Provincias Unidas
del Río de la Plata. Los españoles eran unos tres mil y los argentinos apenas
mil ochocientos. Belgrano, el general argentino, puso su confianza en Dios y en
Nuestra Señora de las Mercedes, a quien eligió por Patrona de su Ejército.
A CONSECUENCIA DE LA BATALLA DE TUCUMAN
En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día del combate, el general
Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. El ejército
argentino obtuvo la victoria. En el parte que transmitió al Gobierno, Belgrano
hizo resaltar que la victoria se obtuvo el día de Nuestra Señora de las
Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto las tropas.
El parte dice textualmente: “La patria puede gloriarse de la completa
victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra
Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos“.
El general Belgrano puso en manos de la imagen de la Virgen su bastón
de mando. La entrega se efectuó durante una solemne procesión con todo el
ejército, que terminó en el Campo de las Carreras, donde se había librado la
batalla.
Belgrano se dirigió hacia las andas en que era conducida la Virgen las
Mercedes, y haciéndola bajar hasta ponerla a nivel, le entregó el bastón que
llevaba, poniéndolo en las manos de la Virgen y proclamó a la Virgen de la
Merced como Generala del Ejército.
Las religiosas de Buenos Aires, al tener conocimiento de estos actos
de devoción, remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de la Virgen de la
Merced para que los distribuyera a las tropas. Antes de partir rumbo a Salta,
el batallón de Tucumán se congregó frente al atrio del templo de Merced, donde
fueron entregados los escapularios, Tanto los jefes como oficiales y tropas los
colocaron sobre sus uniformes.
El 20 de febrero de 1813 los argentinos que buscaban su independencia
se enfrentaron nuevamente con los españoles en Salta. Antes de entrar en
combate, Belgrano recordó a sus tropas el poder y valimiento de María Santísima
y les exhortó a poner en Ella su confianza. Formuló también el voto de
ofrendarle los trofeos de la victoria si por su intercesión la obtenía.
Con la ayuda de la Madre de Dios vencieron nuevamente a los españoles,
y de las cinco banderas que cayeron en poder de Belgrano, una la destinó a la
Virgen de las Mercedes de Tucumán, dos a la Virgen de Luján y dos a la Catedral
de Buenos Aires.
EL CULTO Y LOS HOMENAJES
A partir del año 1812, el culto a Nuestra Señora de las Mercedes
adquiere una gran solemnidad y popularidad. En 1813, el Cabildo de Tucumán pide
al gobierno eclesiástico la declaración del vicepatronato de Ntra. Sra. de las
Mercedes “que se venera en la Iglesia de su religión” y ordena de su parte que
los poderes públicos celebren anualmente su fiesta el 24 de septiembre. El 4 de
septiembre de 1813 la Autoridad Eclesiástica, por Decreto especial, declara
festivo en homenaje de la Virgen el 24 de septiembre.
Después del 31 de agosto de 1843, es declarada oficialmente Vice
Patrona, jurando su día por festivo y disponiendo se celebre cada año una Misa
solemne con asistencia del Magistrado y que por la tarde se saque la imagen de
la Santísima Virgen en procesión, como prueba de gratitud por los beneficios
dispensados.
La imagen de Nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán fue coronada
solemnemente, en nombre del Papa San Pio X, en 1912, al cumplirse el centenario
de la batalla y victoria de Tucumán.
El 22 de junio de 1943, el Presidente de la República, General Pedro
P. Ramirez, por decreto aprobado el día anterior con sus ministros, dispuso por
el artículo 1ro:
“Quedan reconocidas con el grado de Generala del Ejército Argentino: la
Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, y
la Santísima Virgen María , bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen”.
Los artículos 2, 3 y 5 se refieren a la imposición de la banda y faja
que corresponde a los generales de la nación. El gobierno Argentino proclama
así, solemnemente, ante el mundo, su religiosidad.
El General San Martín también proclamó a Nuestra Señora del Carmen
Patrona y Generala del Ejército de los Andes.
En 1945, el Gobierno Nacional designó a la Santísima Virgen de las
Mercedes Patrona Principal de la Aeronáutica Militar.
EL HISTÓRICO SANTUARIO DE LA MERCED
En 1950 es inagurado el actual templo de Ntra. Sra. de la Merced, con
su estructura monumental, de tres naves, y diseño “Neo Colonial”.
La nave central tiene 10,40 mts. De ancho y las laterales 4,90 mts..
El largo total del edificio-incluidas sacristía y otras dependencias- es de 81
metros.
El templo luce una decoración interior realizada por el pintor
italiano Giuseppe “Pippo” Bercetti (1912–1973). A la izquierda están
representados los preparativos de la batalla del 24 de Setiembre de 1812,
Se puede apreciar la figura del ilustre prócer General Dn. Manuel
Belgrano rodeado por un conjunto de personajes donde el artista buscó
represento al mundo social de Tucumán de aquellos tiempos, vecinos pudientes, a
pie o a caballo, campesinos con sus familias, soldados, etc. Llena el friso y
tienen como fondo, hacia la salida del templo, el estilo de casas de la época,
considerado el sector artísticamente más logrado, por su adecuada distribución
espacial, con sus estudios de luces y sombra y armónicos nivel de profundidad.
Hacia el lado derecho se reconstruye el célebre momento donde el Gral.
Belgrano, se acerca para entregar la ofrenda de su bastón de mando a la Imagen
de la Merced, hecho que se realizo en el mismo campo “de las Carreras” en días
posteriores. Se observa que la Imagen, conducida por tucumanos de distinta
extracción social, esta acompañada por el vecindario y eclesiásticos. Completa
ésta bellísima escena detalles de la tropa protagonistas: soldados de
infantería y jinetes que regresan al campo de la acción, donde tambien hay
heridos. Todo ello enmarcado en un pasaje convencional, de campo abierto y
nubes geométricas, proporcionan el fonde de la escena.
LOS VITRALES
Los vitrales del templo contribuyen, significativamente a proporcionar
el ambiente místico adecuado.
Los bocetos fueron realizados por el pintor religioso español Antonio
Estruch logrando en cada escena religiosa una delicada armonía convencional, y
la combinación de los motivos iconográficos con los ornamentales geométricos.
La técnica utilizada para la construcción y el material de primera calidad que
se utilizó, vino a obtener un efecto visual realmente espectacular.
El Santuario de la Merced -sede de la parroquia de la Victoria- fue
declarado el 6 de Setiembre de 1928 Monumento Histórico Nacional por el Poder
Ejecutivo, Decreto Nro. 687, siendo presidente el Dr. Federico Alvear y Ministro
del Interior José Tamboríni.
Al ser reconstruido totalmente por la generosa contribución de sus
Benefactores D. Alfredo Guzmán y su Sra. esposa Guillermina Lestón, pero
conservando su antiguo emplazamiento. La inaguración del templo y Consagración
se realizó el 24 de Setiembre de 1950.
El Camarín de la Virgen es Monumento Histórico Nacional por Decreto Nro. 9.059 dado en Buenos Aires “La Comisión nacional de museos, de
monumentos y lugares históricos convendrá con las respectiva autoridad
eclesiástica el modo de asegurar su conservación“ (reza el art. 2º)
EX VOTOS DE LOS FIELES E INSTITUCIONES
El Santuario Mariano, conserva ex votos de las luchas por la
Independencia Nacional y de los fieles, que expresan la divina intercesión de
la Madre de Dios a nuestro pueblo.
En los laterales del Crucero del Santuario, se puede apreciar cientos
de ex votos que datan desde la época de las luchas por la Independencia hasta
nuestros días.
El valor afectivo y de piedad, como el histórico, realzan la
veneración hacia la Divina madre que como patrona acompañó a su pueblo a lo
largo varias generaciones.
Bandera Realista del Ejército Español que el Propio Belgrano solicitó
al Cabildo de Buenos Aires que se depositara luego de la Batalla de Salta en
1813.
Bandera del Ejército Realista tomada en la Batalla en el Pueblo de
Humahuaca, 1817, Pcia. de Jujuy, ofrenda a la Virgen por el Cabildo de Buenos
Aires.
Primera Bandera Nacional de Guerra perteneciente al Histórico ex
Regimiento 19 de Infantería ofrendada a la Virgen Generala el 24 de Setiembre
de 1957 en un acto que se llevo a cabo al llegar la procesión frente a la
Iglesia Matriz. El emotivo acontecimiento puso de manifiesto en testimonio de
gratitud por los Ciudadanos que pasaron por sus Filas entre 31 de Enero de 1907
a 20 de Junio de 1957.
20 de Junio de 1957: El pueblo tucumano obsequió a la Unidad Militar
una Nueva Bandera, (por cumplir sus bodas de Oro de la creación) que presidio
sus actividades hasta su desactivación en el año 1993. La Bandera fue Bendecida luego de un oficio
Religioso de la Santa Misa de Campaña. Por Primera vez en la historia del
juramento de fidelidad a la Patria por los Soldados concriptos, estuvo presente
la Venerada Imagen de la Merced que presidio la formación en una tocante
ceremonia.
LA IMAGEN HISTÓRICA DE LA VIRGEN GENERALA Y PATRONA DE TUCUMAN
El patrimonio actual del templo, tiene como principal exponente, la
Imagen de la Advocación, Ntra. Sra. de La Merced, por el valor religioso e
histórico, que ella conlleva. Según la tradición que ha recogido la parroquia,
señala que su veneración data desde la fundación de San Miguel de Tucumán de
Ibatín (1565–1585), y que acompañó a los habitantes de entonces a su actual
emplazamiento de la capital de la Provincia.
La Sagrada Imagen que hoy se venera en el Santuario, sede de la
Parroquia de la Victoria, es la misma, según el Pdre. Larrouy, que trajeron los
Mercedarios cuando se asentaron en Tucumán- fundada la ciudad en los campos
Ibatín el 31 de Mayo de 1565.
El traslado, a su actual asentamiento, al márgenes del Río Salí se
lleva adelante un 24 de Setiembre 1685, en tiempo del Gobernador D. Fernando
Mendoza Mate de Luna y es ella la que preside la gigantesca empresa de
movilizar al vecindario que hacía 120 años moraba en las laderas del Aconquija,
sobre el río Monteros.
La Imagen en sí, es de las llamadas de vestir de candeleros, netamente
colonial y española, o sea está constituida con medio cuerpo, de tamaño más
bien pequeño (0.53 x 0.30) y con solo las manos y la cara tallada y
pulimentadas) actualmente está asentada en trípode que le otorga una altura
total de 1,45 mts. y un ancho de base de 0,80 cm.
La cara y las manos están trabajadas con la técnica del “encarnado”,
de tradición castellana, es decir, con un acabado brillante, que se asemeja a
la porcelana. Tiene ojos de vidrio, pelo y pestañas naturales. Adornaba su
cabeza una delicada Corona, realizada en plata Peruana con 12 estrellas del
mismo metal que bordean la parte superior. Preciosa pieza de orfebrería que
atestigua la antigüedad de la Imagen de Mercedes y que lucía en el año 1812 y
que hasta 1994 conservaba.
VESTIMENTA DE LA IMAGEN
Se ha documentado a lo largo de diversas épocas confecciones nuevas de
su indumentaria.
El vestido de la coronación (1912), es un manto bordado en oro
finísimo de relieve en piel de pura seda extra blanco, con dibujo preparado en
el Colegio de las Hermanas Esclavas; lleva bordado en seda, oro y plata en la
caída al fondo el Escudo Nacional; en la izquierda el Escudo de la ciudad de
Tucumán. Atrás, sobre la espalda, bordado en oro el Escudo pontificio y en la
inferior, colocado en un medallón el episodio histórico de la entrega del
bastón de mando por el General Manuel Belgrano (en la actualidad se lo expone
en una lugar destacado del camarín de la Virgen)
Para éste noble fin de se constituyo una Comisión de Damas presidida
por la Sra. Mercedes Mañán de Rougés.
Con el transcurrir del tiempo, produjo serios deterioros en el manto
que lucía la Imagen desde 1912. El Cura Párroco de entonces, Pbro. Fernando
Fernández Ruiz (1984-1993) encomendó a un grupo de laicos de la Cofradía
Mariana, realizar todas las gestiones para confeccionar un nuevo ornamento, que
reemplazó al de la Coronación Pontificia y que lo luce en los días de la novena
y festividad. Esta réplica que fue bendecida el 24 de Setiembre de 1989.
La Prenda es una replica del original y fue realizada en la Comunidad
de las Hermanas adoratrices en la Localidad de Liniers, Pcia de Buenos Aires.
El manto está bordado en hilo de oro español a cuyos costados delanteros están
pintados en óleo el escudo argentino y el de Tucumán, detrás el emblema del
Vaticano y en la parte inferior la histórica escena de la entrega del bastón de
mando a la Virgen por el General Belgrano. Lo complementa una estola blanca de
seda natural, con el escudo mercedario enmarcado en palmas de laureles y una
túnica de igual material y bordado con delicados motivos en hilos áureos.
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