Cuando la ecología no figuraba en el vocabulario de los políticos y funcionarios de su tiempo, Belgrano se preocupo por mejorar el rendimiento sin dañar el suelo.
Apasionado por el estudio de la botánica y la agricultura, Belgrano no solo se preocupaba porque la tierra estuviera equitativamente repartida. También aconsejaba, por ejemplo, que no se dejara la tierra en barbecho, pues “el verdadero descanso de ella es la mutación de producción”.
Señalaba el sistema, que se usaba en aquellos tiempos en Alemania, que hacia de los curas párrocos verdaderos guías de los agricultores, realizando estos, gracias a sus conocimientos, experimentos de verdadera utilidad para la tierra, enseñándoles las practicas mas adelantadas.
Proponía trasladar la experiencia europea de otorgar recompensas a quienes realizaban nuevos plantíos, dando un premio por cada árbol plantado.
En su “reglamento para los pueblos de las misiones” del 30 de diciembre de 1810, establecía: “Hallándome convencido de que en hechos que cometen los beneficiarios de la yerba, no solo talando los árboles que la traen sino también con los naturales, de cuyo trabajo se aprovechan sin pagárselo, y además los hacen producir con castigos escandalosos, constituyéndose en jueces en causa propia. Prohíbase que se pueda cortar árbol alguno so pena de 10 pesos por cada uno que se cortare, a beneficio: la mitad del denunciador, y la otra mitad para el fondo de las escuelas”.
También se ocupo de evitar la matanza indiscriminada del ganado vacuno y yegüerizo, prohibiendo la matanza de las hembras preñadas.
Las principales propuestas de Belgrano sobre crecimiento económico, utilización y preservación de los recursos naturales: muy pocas de ellas fueron llevadas a la practica. Belgrano explica que todo depende y resulta del cultivo de las tierras, sin el no hay materias primas para las artes, la industria no tiene como ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio las ejecute.
“Toda prosperidad que no este fundada en la agricultura es incierta”.
Para fomentar la agricultura, recomienda establecer una escuela de agronomía donde a los jóvenes se les hiciese conocer los principios generales de la vegetación y desenvoltura de las siembras, donde se les enseñe a distinguir cada especie de tierra por sus producciones naturales y el cultivo conveniente a cada una.
El modo de formar surcos en los terrenos pantanosos, el verdadero tiempo de sembrar, el modo de hacer y recoger una cosecha, los medios de conservar sin riesgo y sin gastos los granos, las causas y el origen de todos los insectos, sabandijas y los medios de preservar los campos y granaderos.
Sugiere cercar las tierras con árboles para aprovechar sus maderas y frutos e insiste en hacer los mayores esfuerzos en poblar la tierra de árboles, la siembra de los árboles contribuye mucho para conservar la humedad, los troncos quebrantan los aires fuertes y proporcionan mil ventajas al hombre.
También Belgrano propuso un sistema de extensión agraria basado en los cultivos demostrativos, para que los productores pudieran apreciar directamente las ventajas de los métodos y cultivos propuestos.
01.- Tipos de cultivos
02.- Tipos de suelo
03.- Flora autóctona (vegetación original de una región)
04.- Cultivo conveniente para cada tipo de suelo.
05.- Conocer las distintas maquinarias agrícolas y porque sirven y
poder elegir la indicada.
06.- Tipo de labranza.
07.- El modo de hacer surcos en la tierra, la calidad, cantidad
o preparación de semillas para cada tipo de suelo.
08.- En que momento del año se realiza la siembra y que
cuidado recibe el campo cultivado.
09.- Como y donde se realizara la cosecha.
10.- Como y donde se conservaran los granos.
11.- Control de plagas.
12.- Como realizar los desmontes y como ampliar los terrenos cultivables.
MARTHA HEBE BILOTTI
Bibliografía: MEMORIA VERDE.- Autor A. E. BRAILOVSKY-FOGUELMAN
Paginas consultadas: www.grupoclarin.com/cronicasbelgrano
www.manuelbelgrano.gov.ar
sábado, 25 de abril de 2009
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